En ésta imagen la virgen, en su trono de la reina del cielo (lo cual explica el color azul), se encuentra rodeada de ángeles que la cubren con un manto sagrado. Sostiene al niño Jesús y con la otra una botella con agua de al vida, a sus pies dos ángeles tocan instrumentos al estilo cortesano de la Edad Media.
Olvidemos por un segundo toda la tradición cristiana, supongamos que jamás escuchamos hablar del cristianismo, pero que sí hemos escuchado sobre Thelema. En ese caso, lo primero que veríamos en esta imagen sería a Nuit, o quizás Babalon por las ropas rojas, sosteniendo a Horus bebé, indicando así la fórmula de este Eón, ya no el dios moribundo, sino el principio del niño.
Hay muchísimos íconos católicos que podrían hacernos reflexionar sobre Thelema, y es que tienen a una reina del cielo, a un rey-dios-solar infante y muchos ángeles. Esa clase de cosas es inevitable, se encuentra en el inconciente colectivo, la semilla del zeitgeist del siguiente Eón. En una docena de siglos la humanidad nos pensará como miopes que no pudimos advertir los obvios cambios, o las obvias mutaciones de nuestro espíritu de los tiempos.
Sebastian Ohem 93 93/93
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