From thelema en español |
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Dentro del sistema iniciático de Crowley encontramos dos velos, o transiciones, que corresponden a dos logros espirituales. Lo novedoso en su sistema resulta en que, comúnmente, las religiones o sistemas iniciáticos prefieren uno de los dos logros, y no los dos.
Los dos logros del espíritu, son los siguientes: Conocimiento y Conversación con el Santo Ángel Guardián y entrar a la ciudad de las pirámides tras cruzar el abismo. Este segundo logro es comúnmente llamado "cruzar el abismo".
El Conocimiento y Conversación con el Santo Ángel Guardián, abreviado C&C del SAG, es el más común en occidente. Se le conoce tradicionalmente como "encontrar a Dios", "tener a Jesús en el corazón", "vivir en el Espíritu" o "vivir en Cristo". Se trata de la unión con Dios. Es el momento en el que el espíritu de una persona entra en contacto con una dimensión novedosa de su ser, le preexistía y en muchos momentos llegaba a incluso a sentirla, pero ahora vive constantemente en ella. Todos hemos sentido esa pequeña voz en nuestro interior, algo así como un sentimiento que nos dice que algo está bien o que algo que estamos haciendo lo tendríamos que cambiar. No es una literalmente una voz, ni literalmente un sentimiento, éstas son metáforas de un "algo" que nos mueve hacia una u otra dirección.
La novedad en este sistema iniciático es que ésta es únicamente la mitad del camino. Thelema es desafiante, nos reta a atrevernos a mirar las cosas de otra manera. Occidente siempre ha preferido este camino, ha llegado incluso a considerarle tan sagrado que mediante el sacerdocio o el tabú ha hecho parecer a este camino como una ruta que únicamente unos cuantos pueden, o peor aún, deberían caminar. El catolicismo es como aquel hombre que encuentra el camino a una ciudad sagrada a la que desea ir, pero que se queda en el principio del camino contemplando sus misterios y su belleza, arma toda una Iglesia y ritos litúrgicos para celebrar el camino, pero impide que sus devotos lo transiten, calificando semejante deseo como herejía.
Las tradiciones iniciáticas Occidentales se han convertido en herejías en cuanto que se han atrevido a recorrer ese camino, y no únicamente a quedarse en muda contemplación. Aún así, piensa Crowley, en Oriente no se plantean este camino, sino que buscan la disolución en la nada. El budista, el yogi, el taoista y muchos otros, buscan desapegarse de sus deseos, de modo que puedan elevarse de la rueda del karma, del eterno devenir del mundo y caminar en un mundo (o de un modo) más santo. El budista se hace vacío para que el devenir le traspase sin moverle.
La ambición de Crowley, que bien mirado es de alcance prometeico, es unificar estos dos caminos. No podríamos escoger primero el oriental y después el Occidental pues la diferencia entre ambos es muy grande. El Occidental, al unirse a su Dios, a aquello que desde su interior le deja ver el orden en el caos, inevitablemente se personaliza, o mejor dicho, se individualiza. Aquel cuyo espíritu desborda de lo divino, por ejemplo un devoto cristiano, un musulman santo, etc., no está vacío, al contrario. Cuando el individuo se deja inundar por lo divino su propio ego, su sentido del yo, se desvanece, no porque en su interior se haya vaciado de todo, al contrario, sino porque no cabe su Yo y su Dios en el mismo lugar. Sin embargo, tanto Oriente como Occidente comparten una idea básica.
Una metáfora que nos dejaría entender mejor esto es la del vaso y el agua. Imaginemos un vaso que en su interior tiene un poco de aceite. Este aceite es el Yo. El occidental vierte en el vaso tanta agua que el aceite, que no se puede mezclar con el agua, terminará desbordándose del vaso. El oriental al darse cuenta que el vaso tiene aceite lo vacía volteando el vaso. En las dos técnicas, o caminos, tenemos el mismo resultado, sin embargo el proceso es muy diferente.
El atrevimiento de Thelema es llenar el vaso con el SAG y después vaciarlo por completo. Es más fácil vaciar un vaso lleno de agua que lleno de aceite. Es simple pragmatismo y sentido común. Este "vaciar el vaso" corresponde al segundo logro espiritual, cruzar el abismo.
Se le llama abismo porque se trata de un proceso en el cual se perderá todo. De quedar algún atizbo del ego éste se degenerará, resultando en múltiples neurosis. Es un proceso radical y, si no se tiene cuidado, es peligroso. De ahí la necesidad de grados en el proceso iniciatorio.
El simbolismo thelémico de este proceso es la copa de Babalon. En este simbolismo los santos (aquellos cuyo espíritu desborda de lo divino) vierten su sangre en la copa de Babalon. Hasta la última gota debe ser vertida, de lo contrario el aspirante no podrá entrar a la ciudad de las pirámides (símbolo de la ciudad espiritual de los santos iniciados).
El simbolismo de Babalon es atrevido. Crowley retoma las imágenes del apocalipsis y les interpreta en una dimensión positiva. Babalon es la gran ramera porque no niega a nadie, sino que acepta a cualquiera. Ella cabalga sobre la Bestia, símbolo de la fuerza que se necesita para caminar este largo sendero. En este "cabalgar sobre la Bestia" encontramos el simbolismo de la unión de los contrarios, del ying y del yang en el tao. Tao quiere decir "camino". El entrar a la ciudad de las pirámides es vivir en el tao, en armonía con lo masculino y con lo femenino, con lo poderoso y lo sutil.
Estos son los dos logros espirituales de Thelema, un largo camino que comienza por la iniciación, pasa por el C&C del SAG y termina cuando se cruza el abismo, se vierte la sangre en la copa de Babalon y se vive en el Tao. Ciertamente Thelema posee un fuerte componente aristocrático, en el sentido de "lo mejor" o "la excelencia", pues únicamente los espíritus más fuertes podrían recorrer tanto camino.
Sebastian Ohem 93 93/93
1 comentario:
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Exelente trabajo el que nos comparte frater, los espacios que de thelema en español son muy pocos y este sin duda es muy bueno, aunque difiero con usted en ciertos asuntos.
Me interesa el poder contactarle, aqui tiene mi correo,
babiloncity8@hotmail.com
Un Saludo Fraterno
93,93/93
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